martes, 25 de junio de 2013

Yolanda

26 de junio de 2013...Dicho así, como has podido comprobar, no me suena de nada. Sin embargo, la reacción es distinta cuando dices que es tu cumpleaños. Hoy, Yolanda, cumples 19 añitos :) Así que, aparte de la púa que por supuesto te agujerearé, te dedico esta entrada, porque realmente creo que mereces un hueco en algo más que nuestros corazones.

Receta de cocina o no, quiero escribirle algo a mi hermana gemela nacida de otros padres. Y como son las 3:44 de la noche en este momento, voy medio tocado y acabamos de hacerte una visita sorpresa de esas que (por lo menos a un servidor) alegran el día y la noche, me he propuesto numerarte clara y concisamente los puntos que te quiero hacer ver. Pero como sabes que eso no va conmigo, me he rechazado la propuesta y he decidido dedicarte una prosopopeya (ZASCA).

Había una vez, un circo que alegraba siempre el corazón (8)...No, en serio, esta es la historia de un árbol, más concretamente de un baobab. De dicho árbol colgaban hojas en espiral, negras como el azabache. Por su pulida corteza fluía el aire, adhiriéndose y adaptando su forma a los caprichos de la naturaleza. Como todos los árboles de la Tierra, tenía dos piernas delgadas, dos bracitos y una barriguita de madera. Miraba por dos piedras oscuras incrustadas en su tronco, escuchaba por las ranuras de sus vaivenes corpóreos y transmitía sus pensamientos y sentimientos a través de los colores que lanzaba al viento (tirando de Disney). Había un ambiente tranquilo, de confianza y complicidad entre todos los habitantes del bosque. Se respiraba (aparte de algunos pedos que se le escapaban a los más guarretes) fraternidad y felicidad en cualquier parte.

Hasta ahora todo perfecto, pero (ahora empieza el nudo de la historia) un buen día el bosque sucumbió ante un incendio. Sí sí, uno de esos que se ven en la tele y arrasan todo lo que pillan a su paso. Miles y miles de árboles quedaron completamente calcinados. La mayoría perdieron familiares, su hogar y sobre todo cualquier esperanza. El pánico y la desolación cundían por el bosque; miraras por donde miraras, no había rincón al que no hubieran afectado las llamas. Quien no lloraba o despotricaba, se dedicaba a rezar a Dios -arboleado también, no preguntes- para recuperar lo perdido.  El bosque se convirtió en un lugar desolador, en el que los árboles ya sólo miraban poro sí mismos y no buscaban más que la propia supervivencia.

Sin embargo, había un pequeño árbol, de los que pasaban desapercibidos por el día, que resultó ser especial. Este baobab (el mismo del primer párrafo) se despertaba por las noches. Pero no para lo que todo el mundo se levanta a esas horas. El baobab se dedicó todas y cada una de las noches a curar a los heridos. A reconstruir las casa de los sin techo, buscar a los padres de los árboles huérfanos y a cavar las tierras echadas a perder. No había noche que el baobab no cuidara de los demás, mientras dormitaban. De esta forma, todos los árboles se despertaban al día siguiente en unas condiciones ligeramente mejores que aquellas con las que se habían acostado. La inmensa mayoría no se daba cuenta, pero aquellos que sí se cataron, no sabían a quién agradecérselo. Paulatinamente, y sin ayuda, el baobab fue el responsable de ir restaurando el bosque a su anterior estado. Todos y cada uno de los árboles, con el paso del tiempo y el esfuerzo del baobab, volvieron a ser felices en sus hogares, con su familia y sus pedetes guarretes.

Paranoia, eh¿??¿ Bueno Yolanda, espero que este cuento te haya sacado una mínima sonrisa. Sólo quería darte las gracias por ser, estar y hacer. Por ser como eres (tópico), y estar dispuesta no solamente a cogerme el movil a las tantas de la madrugada, sino a salir a tu portal y estar una hora hablando con nosotros. Las gracias por estar en esos buenos momentos, que son cuando realmente se necesita a la gente (antitópico). Esos momentos de estar en tu casa comiendo, merendando o simplemente hablando. Y finalmente, gracias por hacer de nuestras vidas algo mejor, algo que sin ti no sería lo mismo. Por todas estas cosas, gracias y felicidades :)








lunes, 24 de junio de 2013

Into by mistake

Entras en tu circulo el día en que naces. Un círculo del que ya no podrás salir hasta el día de tu muerte. Miles de círculos, rodeando a miles de habitantes de miles de comunidades de miles de países de un solo mundo. Esta figura nos envuelve cada día, nos despierta por las mañanas y nos arropa por las noches. El mío tiene runas escritas por todo su perímetro, algunas puntas estrelladas y un toque místico. Sin embargo, un círculo no se mide por su tamaño, ni por su forma ni color. Se valora por la cantidad de luz que emite.

Cada circulo tiene la capacidad de albergar velas. En un mundo sumergido en la oscuridad, cada uno de nosotros necesita un mínimo de luz para no sumirnos en ella. Estas velas se van clavando poco a poco, sin darte cuenta siquiera, y paulatinamente va creciendo una llama en su parte superior. A lo largo de tu vida, vas sumando velas y velas, de las cuales algunas son efímeras, y otras duran para siempre. Todas y cada una aportan su rayito de luz, por pequeño que sea, hasta que se consumen. Tienen tamaños y apariencias muy distintas; la cera que menos te esperas puede acabar convirtiéndose en una de tus velas, que te alumbre durante un cierto tiempo. Las más comunes se llaman Dios, Papá, Mamá, Fútbol, Música, etc. Pero las más numerosas tienen nombre y apellidos. Normalmente, cuando aparece una de estas, también aparece otra en el círculo de la persona que te la ha encendido. La cantidad y la durabilidad de la luz aportada depende ya de otros factores.

El caso es que todos brillamos por cada una de estas velas. Si no fuera por ellas, no seríamos nada, simplemente almas vacías vagando por un mundo oscuro y desamparado llamado vida. Por eso, cuida cada una de ellas, y no dejes que se apaguen así como así. Recuerda que tú eres tú por las velas que te rodean. Ellas son las que te evitan la muerte, y dan sentido a tu vida. Ahora es responsabilidad de cada uno decidir qué velas quiere encender, y cuales deja morir.

"But the beauty of grace is that it makes life not fair"


lunes, 17 de junio de 2013

Buscando lunas

No eres tú. Ni tu pelo, ni tus ojos, ni tus labios pintados. Tampoco tu ropa, tu peinado o tu estilo de maquillaje. Nada tienen de especial tu cara o tu cuerpo. Jamás he hablado contigo, no te he olido ni tocado y no he escuchado tu voz. Dudo que sean las pocas palabras que hemos intercambiado, las muchas que has escrito o las infinitas que me he imaginado. No ha llegado a mis oídos ninguna nota de la música que tocas. Descarto por absurdo que se trate de tus amigos o amigas, no sé ni cuántos ni quiénes ni cómo son. De la misma forma, ignoro tu situación familiar, posición religiosa, política o posibles códigos morales. Como verás...Sé más bien poco de ti.

Sin embargo, te intuyo. Sé mucho sobre ti, pero no puedo darle palabras ni forma tangible. No, mi cabeza me susurra tu realidad de manera inconsciente. Según Descartes, la intuición es una forma primitiva de conocimiento; te conozco de forma paralela. Y si nos vamos a Platón, no solamente te conozco, sino que te recuerdo. Te he visto antes, y plasmo mis vagas memorias sobre lo que ahora eres tú. Estás siendo el molde para la escultura que mi interior está deseando tallar. Perdón por el abuso, pagaré los derechos de imagen. Pero quiero que te quede claro que no eres tú. Me he cruzado con muchas antes que contigo, y probablemente con otras tantas después de ti. Puede que a todos nos pase lo mismo, no lo sé. Pero te diga lo que te diga, haga lo que haga y sienta lo que sienta...No eres tú, es la idea que tengo de ti. 

martes, 11 de junio de 2013

Mito del Andrógino modificado

Seguramente no conozcas el mito más bonito del mundo. Y me atrevo a decir que es el más bonito, porque parte del origen del sentimiento más puro y existencial que una forma de vida puede experimentar. Cuatro letras.

Nuestra historia empieza muchos eones atrás, sobre la cuna de lo que sería la humanidad: Grecia. Los antiguos dioses aún reinaban sobre el destino del cosmos. El padre de todos ellos, Zeus, contemplaba cada mañana como Helios, dios del Sol, abrochaba la noche con su carro de fuego, dando la bienvenida a un día más. Bajo el imponente monte Olimpo, miles de criaturas pululaban libremente sobre la faz de la Tierra, sin más preocupación que la propia subsistencia. Mirando desde arriba con cuidado, podías ver desde feroces leones hasta torpes y lentos elefantes. Por supuesto, también había insectos, reptiles y aves que surcaban el cielo. Desde la bacteria más diminuta hasta la ballena más grande, todo ser vivo era acogido por las divinidades. Aún así, había uno que era algo más que especial: el andrógino.

Este ser disponía de 4 piernas, mismo número de brazos, 2 rostros y una sola cabeza. Sus dos troncos se unían en el cráneo formando una pequeña curva. Por un lado, teníamos la parte femenina. Este tronco, por su parte delantera, tenía senos, cintura más delgada y una cadera pronunciada. La otra, por el contrario, estaba más provista de músculos en los brazos, pectorales y abdominales. Ambas partes formaban una sola entidad, no era posible concebir la existencia de una sin la otra. Las carencias de una se compensaban con las cualidades de la otra, sobreviniendo así a todo tipo de adversidades. No había criatura más formidable que el andrógino, y esto no pasó desapercibido para los dioses.

Cuando Zeus los contemplaba, un trueno se escuchaba en alguna parte del mundo. Los miraba, y veía felicidad plena. El andrógino se bastaba de sí mismo para realizarse. Veía un amor perfecto en un ser imperfecto. Ni la muerte ahogaba tal sentimiento; ese ser abandonaba el mundo tangible habiendo saboreado y exprimido cada minuto de su vida. Es por esto, por lo que la Envidia saltó antes de la caja de Pandora, y fue incubada por Zeus. Aún siendo divino, no podía aguantar dicha plenitud y felicidad en un ser perecedero, por lo que decidió tomar medidas en el asunto. Con toda su rabia, el dios de dioses avasalló con rayos a todos los andróginos existentes, dividiéndolos en dos partes iguales: hombre y mujer. Tras esto, invocó la mayor tormenta jamás concebida, de tal forma que ningún hombre ni ninguna mujer tuviera conciencia del lugar en el que se encontraba su parte complementaria. 

Desde entonces, cada uno de nosotros se dedica a vagar por la vida en vanos intentos de encontrar a nuestro 'alter-ego', nuestro 'otro yo'. Somos seres incompletos e incapaces sin nuestra parte afín. Por eso es normal que sintamos en algún momento de nuestra vida un hueco en el interior, a falta de rellenar. Lo verdaderamente difícil es encontrar a tu 'media naranja' hoy en día, donde este mito desgraciadamente ha dejado de parecer verdad.









lunes, 10 de junio de 2013

Cuida cada momento

"Hay ayeres y mañanas, pero no hay hoyes" - Mario Benedetti

¿Nunca has pensado que vidas sólo hay una? Claro que sí...Todos lo hemos hecho, pero muy pocos se han dado cuenta de lo que verdaderamente significa...

Tal y como dice Benedetti, hay ayeres. Hay momentos y experiencias a lo largo de nuestra vida que ya nadie puede cambiar. Cosas que nos han ocurrido, que hemos sentido, que hemos compartido u olvidado, y que conforman nuestro ser, nuestra esencia. Eres ese niño que mordía el chupete en brazos de su madre, de la misma forma que eres aquel adolescente que se graduaba en el instituto. El que tomó la primera comunión, el que salió de España por primera vez, el que casi se rompe la cabeza en el parque...El que rió y lloró junto a sus amigos, el que dio su primer beso hecho un manojo de nervios y el que está sentado enfrente de la pantalla y acaba de clicar aquí. Eres la suma de todos y cada uno de esos momentos e historias, que inevitablemente componen tu personalidad y carácter. No te olvides de quién eres. "Nosce te ipsum".

Sin embargo, también hay mañanas. Hay un porvenir, un destino, un "futuro por labrar", como dices. Y lo bueno de este, es que nunca sabes lo que te depara. Jamás sabrás lo que te esconde la puerta que abres cada día, no sabes quién ni qué habrá detrás."Me encanta despertarme por la mañana sin saber lo que va a ocurrir, a quién conoceré, o dónde me llevará la vida" - Titanic(1997). A muchos les dará miedo cruzar estas puertas, y se prepararán toda su vida para afrontar el reto. Para otros, cada pomo supone un misterio, un regalo del azar, para bien o para mal. Y habrá puertas que te costará cruzar, al mismo tiempo que te encontrarás con otras que te hagan verdaderamente feliz.

Por eso, hay ayeres y mañanas. Hay experiencias pasadas, que actúan a modo de espejo del alma, y experiencias futuras, que serán el viaje que realice tu vida. Pero sólo hay un hoy. Sólo aquí y ahora -"hic et nunc"- decides qué hacer con tu vida. Decides a quién dejas entrar, y a quién echas de ella. Decides qué puerta abres, y qué puerta cierras, sin saber lo que hay o habría detrás, ni lo que te aportará o dejará de aportar.



"Life is short, break the rules, forgive quickly, kiss slowly, love truly, laugh uncontrollably, and never regret anything that made you smile."

En busca de la felicidad

Y tú también te lo has preguntado. Quizá no con palabras. Pero sí subconscientemente. Todos lo hacemos, continuamente. Y muy poca gente sabe darle respuesta a la pregunta. ¿Qué cojones hace falta para ser feliz?...

"-Creo que el amor que es veraz y real crea una tregua con la muerte. La cobardía viene de no amar o no amar bien, que es LO MISMO. Cuando el hombre que es valiente y veraz mira cara a cara a la muerte, como cazadores de rinocerontes que conozco, o del monte, que es valiente de verdad, como aman con suficiente pasión, apartan a la muerte de su mente, hasta que vuelve como hace con todos los hombres...y es la hora de hacer el amor de verdad. Piénselo bien." - Ernest Hemingway, Midnight in Paris (2012)

Cuatro letras.

Con la filosofía por delante..

Nietzsche defendía que el lenguaje encierra miles de trampas y nos hace caer en conceptos erróneos. Pone en entredicho todo el mundo metafísico y lo reduce a palabrería hueca. Sin embargo, nunca dejó de hablar su idioma, el alemán.

Andre Gorz, filósofo existencialista, planteaba que ninguna vida tenía sentido, sólo estaba repleta de momentos huecos y vacíos, sin ningún significado real y exponía que no había motivo real por el que vivir. En cambio, se suicidó junto a su mujer cuando a ésta le detectaron cáncer de mama.

Rosa Díez, ex militante del PSOE y fundadora de UPyD se quejó ante Mariano Rajoy de la injusticia de la ley D'Hont, alegando que favorecía a los partidos poderosos y restaba poder a los minoritarios. Lo curioso es que el ahora presidente le hizo ver que ella había estado sentada muy cómodamente en las sillas del PSOE y nunca había levantado la voz sobre dicho tema hasta ahora.

Muchos anarquistas radicales, por no decir la inmensa mayoría, pagan sus impuestos y obedecen las leyes, aun pensando que no debería haber ninguna forma de poder gobernante en la sociedad.

Aun así, siempre hay que tener una filosofía. Siempre hay que tener un criterio y una utopía imaginable que defender y argumentar, aun cuando tus acciones no sean consecuentes con esta utopía. Pero es normal. Aunque pienses de determinada manera, la sociedad siempre te llevará a actuar de manera distinta. No es evitable. Las cosas son así. Puedes decir que algo está muy bien o muy mal, sin embargo sorprenderte a ti mismo actuando de modo opuesto a tus palabras. Es la misma situación que un fumador diciendole a personas sanas que fumar es perjudicial. No tiene sentido. Pero es así.

She takes me high

Tienes que confesar que estás enamorado. Sí, enamorado. Pero esta vez de verdad. Ya no se trata de ese sentimiento pasajero, de una simple ilusión. Este cosquilleo ha estado siempre dentro de ti, tanto en los buenos como en los malos momentos. Ha sabido sacarte de tus trances más profundos, pero también te ha acompañado en tus victorias, en tus logros y celebraciones. Y lo mejor es que sabes que la sensación que recorre tu cuerpo no se va a sofocar nunca.

¿La razón? Ella. Sólo ella. Ella es perfecta. Tiene las palabras perfectas para cada momento. Te susurra al oído cuando estás cansado, te anima a gritos cuando lo necesitas y es la primera que entiende todo lo que te pasa. Siempre está ahí, a tu lado. Nunca te ha fallado. Ha demostrado mucho más que muchas de las personas que tienes a tu alrededor. Ella saca de ti todo lo que tienes. Te hace mejor persona, te alegra y te inyecta ganas de vivir, valor y fuerza. Ella se llama música.

Llámalo como quieras...

"Miro ahora a mi alrededor. Veo miles de vidas que no sé cómo son. Cada uno su historia, cada uno su rol. Somos sólo personas."

El problema es que poco a poco se está degenerando. Estamos perdiendo las "personas" que viven en nosotros. Ya no tenemos en cuenta muchos sentimientos, valores o situaciones ajenas. Cada uno mira por lo suyo, se encierra en sí mismo y no sale ni haciendo palanca. Si te fijas, esa es la raíz de muchos de los problemas que tienes tú, tu familia, tu país o la cultura en la que vives. Ya no somos capaces de empatizar, de saber que el otro también es una "persona". Que tiene ganas de hacer cosas, ganas de que le escuchen , de que le hagan escuchar, de reír, de llorar...Ahora nunca priorizamos estas cosas, ahora sólo miramos el provecho material, físico o emocional que podamos sacar nosotros mismos. Llámalo capitalismo, Iglesia, hedonismo, pasotismo, corrupción, hipocresía, prevaricación, empujón para sentarse en el bus, o simplemente no dar las gracias. Pero todo proviene del mismo virus y antídoto: el ser humano. Así que supongo que será normal......

Estrellas fugaces


Como todos los veranos, Él se retira durante unos días a su rinconcito. Le encanta ese lugar, casi mágico. Es un huequecito genial; por la noche te puedes sentar en el sofá de la terraza y a lo lejos contemplar las luces de Valencia, el mar y las montañitas. Además, hace una brisa maravillosa que te abanica en las cálidas noches de verano valencianas. Apoyado en la barandilla, un cúmulo de sensaciones te embriagan por dentro. Pero lo que más le llama la atención de todo, sin duda alguna, son las estrellas fugaces.

Hay estrellas de toooodo tipo. Las hay alargadas y cortas, grandes y pequeñas, brillantes y oscuras...Algunas surcan alto el cielo, haciéndose notar, mientras que otras prefieren ir pegadas al horizonte, pasando más desapercibidas. Mientras que unas van de derecha a izquierda, otras van de arriba a abajo, y unas pocas parpadean u oscilan en su trayectoria. Muchas son hermosísimas...Y algunas no tanto. Pero lo que todas tienen en común, como su propio nombre indica, es que son FUGACES. Exactamente. Son efímeras, decaen paulatinamente y desfallecen. Se desintegran delante de tus propios ojos, y lo que antes era una bella bola de fuego penetrando en la atmósfera ahora sólo es un montoncito de cenizas, que puedes remover entre tus dedos mientras se te va cayendo al suelo.

Por eso nunca puede salir bien el hecho de que te guste una de estas estrellas. Si alguna vez te atrapa alguna por su belleza, sólo habrá dolor como resultado final. La podrás admirar, adorar e idolatrar, pero ella es una estrella y tú eres un chaval. En cuanto parpadees, sólo tendrás humo en tus manos, porque la estrella se habrá ido a otro lugar. No tiene sentido atarte con un lazo a esos astros, por muy bonitos que sean. A los pocos minutos seguro que se asomará otra estrella fugaz, más grande y más bonita que la anterior. Los hay que, por esto, quieren tener a todas las estrellas del cielo atadas, y se enfadan cuando una les desaparece u otro chaval la quiere atar también... ¿Qué hacer entonces?

Enamórate de la Luna. No hay estrella más grande, ni más brillante ni bonita que la Luna. Cuando alguna se acerca a ella, la Luna las cubre con su resplandor. Y lo mejor de todo, la Luna nunca te abandonará. Cuando la encuentres, te puedes quedar absorto en ella todo el tiempo que quieras, siempre estará ahí para ti. Por eso no molan las noches sin Luna en la barandilla de la terraza de El Bosque, por muy grande que sea la estrella que aparezca esa noche...

Amistad

Amistad... ¿Qué es la amistad? Para conocer el verdadero significado de una palabra tienes que ir a sus orígenes. Como casi todas las palabras del castellano, proviene del latín: "amicĭtas", de "amicus",amigo. Esta palabra, a su vez, deriva de "amare", amar...Y así se llega a su esencia. Amar...¿qué tiene que ver con la amistad? 

Wikipedia nos dice, que amistad es la relación afectiva entre dos personas. Prosigue: "Los sabios y poetas de todos los tiempos han exaltado siempre la amistad. Además del amor, se necesita la amistad. Para los filósofos griegos, expresa virtud, es un regalo de los dioses. Aristóteles menciona tres tipos de amistad: por interés, por placer y por el bien; pero sólo la que surge del bien merece llamarse amistad. Para Cicerón y Séneca, la amistad implica armonía, buena voluntad y afecto, «querer y rechazar lo mismo»" Yo voy más lejos aún. La amistad no sólo es necesaria aparte del amor, sino que es un tipo de amor en sí mismo. Y amar, es sacar lo máximo de algo o de alguien. Entregarte incondicionalmente, haciéndote más grande tú y aquello que amas. Sentir que necesitas algo, que una parte de tu interior está conformada por esa persona, o lo que quiera que sea. Sentir que forma parte de ti. De lo que fuiste, de lo que eres y de lo que serás.

Por eso,cuando se te "muere" (no físicamente) un amigo, no has perdido a una persona. Has perdido un trozo de ti. Se te ha arrancado un trozo del alma, un poco de tu historia, una parte de tu ser. Miguel Hernández lo plasma muy bien, cuando se le muere Ramón Sijé, "con quien tanto quería":

"Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que, por doler, me duele hasta el aliento." 

Ramón Sijé, "con quien tanto quería"...En el fondo se trata justamente de eso. Es cavar un pozo juntos, sacando conjuntamente montoncitos de tierra. Cuanto más hondo sea el pozo, mayor la amistad forjada. Y cavando el pozo, amando con quien lo cavas, se cultiva la amistad. Por eso sientes que te mueres. Por descubrir que un pozo que creías muy hondo, o incluso sin fondo, acaba de ser tapado con una última palada.


"Y dejad que en la Amistad
no exista otro propósito
que el de profundizar el espíritu.
Porque el amor que busca otra cosa,
que no sea la revelación de su propio misterio,
no es amor, sino una red tendida,
y solamente lo inútil es pecado.
Y procurad que lo mejor de vosotros,
sea para vuestro amigo.
Si debe conocer vuestra bajamar,
dejadlo conocer también vuestra pleamar."

Sólo quiero decir, a aquellos que ya lo saben, que os quiero, amigos.

Ahora depende de ambos, ver si el pozo ha sido llenado o sólo se ha tapado el agujero de entrada.

21/06/2012

Aún la recuerda perfectamente. Por eso estaba seguro de que era Ella. De que era la persona que tanto tiempo llevaba buscando. La Vida se seguía moviendo; no dejaba de aparecer gente nueva por todos lados. Pero por un segundo, parecía que La Vida se hubiera parado. Por primera vez desde El Movimiento, juraría que la había visto de reojo. Juraría que Ella le había devuelto la mirada, pero enseguida volvió a desaparecer.


No fue así siempre. Antes La Vida iba mucho más lenta. La muchedumbre le rodeaba también, pero se movía a una velocidad muy inferior. Daba tiempo a mirar, girar la cabeza hacia todos los lados y saber perfectamente hacia dónde querías ir y qué hacer en cada momento. Hasta que apareció Ella. Entre los huecos que dejaba la gente, siempre la veía a Ella. Nadie se cruzaba en su camino. Nadie le impedía andar hacia delante, dar unos pasos para acercarse a su lado. Pocos metros les separaban, estirando los brazos casi se podían tocar las puntas de los dedos. Pero por un lado, o por otro, esa mínima distancia siempre se mantuvo. 


Entonces llegó El Movimiento. Nunca se olvidará de esa época. El Movimiento les arrasó completamente. La gente comenzó a andar cada vez más rápido por La Vida. Le empujaban hacia detrás, le separaban de Ella y no le dejaban verla. Sabía que estaba ahí, pero ya no la veía. Sabía que entre tanta maraña, había un hueco que sólo Ella ocupaba. Y desde entonces, sólo ha estado buscando ese trocito de Vida. Ese lugar que nadie más llenaría. Y tras tantos años, la había vuelto a ver. Estaba ahí. Era Ella: su cara, su cuerpo, su todo. Fueron pocos segundos lo que la vio, pero suficientes. Suficientes para meterle el miedo en el cuerpo. Para sembrar la incertidumbre en Él, de no tener la seguridad de volverla a encontrar. O peor aún, que si volviera a hacerlo, Ella también se hubiera echado a andar con el resto de gente....

Querido diario

"Lo que hacíais hasta ahora se llaman pajas literarias. Yo os enseñaré a tener sexo." - Josep Lorca.

Es hora de empezar a hacer el amor...