Se acabaron las palabras bonitas...
Lo normal en este tipo de textos es adular al 'amor' o cualquiera de sus variantes. Reflexionar sobre las personas, su comportamiento y sus reacciones para con los demás. Podemos leer poesía, ver fragmentos de series, conferencias y charlas, vídeos publicitarios o incluso algún Trending Topic. Pero muy poca gente habla del odio.
Hoy va por todas esas personas. Quiero que sepas que te odio. Seguramente no te lo habré dicho. Puede que ni lo haya pensado hasta ahora. Pero es cierto, te ODIO. Y date por aludido/a. Me mata tu indiferencia (PN), tu falta de humanidad (VG), tu introversión (MA) e interés (NS). Me repugna tu pasividad (AT), tu forma de fingir (LB), tu altanería (ML) e inconsciencia (PM). Por gente como tú da asco una gran parte de la sociedad. A ver, perdóname. No me refiero a un ‘tú’ como la totalidad de tu persona. Me refiero a un ‘tú’ como la parte de ti que me has mostrado.
Y te reconfirmo que es odio por propia definición de amor. Si amar es “sacar lo máximo de algo o de alguien, entregarte incondicionalmente, haciéndote más grande tú y aquello que amas”, te odio porque empequeñeces hasta la saciedad, anulas e incomodas. No sé el trato que tendré contigo ahora mismo, pero quédate con la copla. Si no te va a aportar nada cual sea nuestra relación, no me hagas perder el tiempo, las ganas y la esperanza. Ahórrame el mal trago de darme cuenta por mí mismo. Y si realmente deseas no apagar mi vela, muéstrame lo mejor de ti.