jueves, 1 de octubre de 2020

Ana Trenor

Hoy he dado el paso de entenderte. Lo digo en voz bajita, pero hoy he dado el paso de entenderte. Hoy me he dado cuenta de lo que no he querido ver durante una temporada, y hoy lo veo claro. Siempre duele cuando uno se da cuenta de estas cosas. Duele cuando se disipa el humo, y aparece la verdad clara ante ti, una verdad que no has querido ver, pero que siempre ha estado ahí. Duele porque no hemos hecho nada malo. Duele porque nos hemos dedicado a disfrutar, a compartir, a ser felices juntos, y lo hicimos bien. A hacer de nuestra vida la mejor en cada momento, como mejor creíamos. Pero hoy he dado el paso de entenderte. 

Hoy he aceptado que las historias más bonitas también pueden tener un final. Hoy he dado el paso de entender que hemos sido compañeros, pero que podemos ser amigos. Que podré mirarte dentro de unos años y saber que fuiste lo más especial que tuve en ese momento. De mirarte y pensar que pudiste ser la persona con la que compartiría el resto mi vida, pero que finalmente no sucedió. Que te quise como a nadie en ese momento, que me bastaba tu sonrisa para ser feliz. Hoy entiendo que te veré y recordaré todos los momentos bonitos que tuvimos, todas las veces que nos miramos, que nos acostamos. Recordaré que sabía cómo pedirte matrimonio. El perro que tendríamos y el beso que te daría cuando naciera nuestro primer bebé. Que sabía la casa de Aravaca en la que viviríamos, los muebles que pondría en el salón y la música que les pondría a nuestros niños los domingos. Hoy he dado el paso de entender que todo eso sólo está en mi cabeza. 

Hoy es el día en el que me recuerdas por qué estamos vivos. De que la vida no se trata de conseguir lo que quieres, sino de amar aquello que tienes. Porque cuando menos te lo esperas, se desvanece y ya es demasiado tarde. Que madurar es aprender a despedirse. Hoy es el día de entender que dos personas buenas se pueden querer, pero caminar separados. Y hoy he entendido que es la hora de partir. Que es el primer día de soltarnos de la mano y avanzar en direcciones distintas, de seguir creciendo y disfrutando de lo bella que es la vida. De aprender y hacernos viejos. Que hemos coincidido en el espacio y en el tiempo, que honramos al destino y que compartimos nuestro momento. Y hoy es día de darme cuenta de que ese momento ha pasado. De que la belleza no entiende de tiempo ni de resultados. Que lo hicimos con amor, y que nada de lo que haces con amor se pierde. De entender que no iremos a Canadá en camper van, que no habrá más checkpoints, que no volveremos a Granada, que no terminaremos las tarjetitas. De que ya hicimos el amor por última vez. Y como dice la canción, "Juliet, when we made love, you used to cry". De que poco a poco volverás a ser la prima de Gon. Hoy entiendo que te miraré y sabré que fuiste especial, pero que no lo serás en ese momento. Y de saber que llegará otra persona en el siguiente cruce, y que nos hará felices. Que nos querrá y nos sabrá cuidar, como hicimos nosotros en su día. Ojalá encuentres a alguien que te trate como te mereces. Querré conocer a tu persona especial, el día de vuestra boda brindaré por vosotros. Y sabré que un día te quise tanto como ella.

Pero hoy también entiendo que separarse no es morir. Que aunque te quiera en mi camino, no me pondrás la zancadilla para irte. Que te alejarás poco a poco, sonriendo y dándome un beso en la mejilla. Que seguiremos compartiendo vida, pero de distinta manera. Hoy entiendo que los senderos a Roma tienen muchos recorridos. Hoy entiendo que te tengo que dar las gracias por lo feliz que me has hecho durante un tramo. Hoy entiendo que te quiero, que te quiero a mi lado, pero que te quiero libre. Hoy por fin he entendido que eres la más bonita de las casualidades a las que tengo que dejar marchar.