viernes, 14 de diciembre de 2018

Qué tal estais

Y acertaste de lleno. Del sacrificio soy ajeno, pero si hablamos de (des)amor entramos en mi terreno. Es el clamor de un trueno, el soplo de una brisa, el ardor de un fuego que hipnotiza. Avanza poco a poco, y no avisa. Te consume, te pisa, te quita el foco. No te deja respirar tampoco, y se convierte en un recuerdo endemoniado que no sale de tu cabeza... Pero es una bonita rareza este recuerdo que evoco. Porque el recuerdo es belleza para un cuerdo en este mundo de locos. Una belleza fría con un daño profundo, porque lo que encuentras en años, te (des)ama en días y te olvida en segundos.

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