Y lo cierto es que me da asco. Me da asco algo en lo que
estoy metido. En lo que todos estamos metidos, lo queramos aceptar o no. Tanto
tú como yo. Y ese algo se llama SOCIEDAD.
Ahora sólo veo un ejército. Una masa, una muchedumbre.
Dentro de este enorme conjunto veo a muchísimas personas que juntas forman este
grupo. Personas. Seres humanos. Cada uno con su vida y su dignidad. Con su
familia, sus amigos, sus estudios y sus problemas. Pijos, skaters, raperos,
chonis, empoollones, gitanos, marginados, rebeldes...Todos de una edad
parecida. Entre 15 y 22 años. SÓLO 15 o 22 años. Eso no es NADA. Por eso hay
muchas cosas que me parecen increíbles.
Que haya gente que sea capaz de pegarse, de matar, de
insultar o de romper una amistad por sus ideas políticas a los 17 años NO ES
RAZONABLE. Defenderlas con tal ansia, sin dejar que nadie te diga lo contrario,
ni atender a razones o a datos...Claro que hay que empezar a tener ideas y
pensamientos, pero no creer que se tiene la razón cuando aún no has vivido nada
y en el fondo no tienes NI IDEA de todo lo que significa lo que dices y lo que
acarrea.
Porque ese es uno de los mayores problemas de hoy en día en
la gente de nuestra edad. La sensación de poder hacer lo que quieras. De actuar
según los más básicos instintos sexuales, de violencia o de rebeldía, sin poner
cabeza a nada de lo que hacemos. Ya se ha perdido el concepto de amor como tal.
Ya no se ve raro que alguien se líe con otras 3 personas en una noche. Sólo
importa el placer individual, la satisfacción interior de haberte superado y de
creerte capaz de hacer cosas y conseguir metas que nunca habrías imaginado.
Pero luego, ¿qué? Después de haberlo conseguido, ¿qué pasa? Que te quedas
VACÍO. Que te falta algo en tu interior. Y por eso vas a por más, alimentando progresivamente
esas ganas en tu interior. Hasta que llegamos al punto en el que estamos
actualmente. TODOS, o la gran gran mayoría, caemos ante tentaciones que
van convirtiendo la sociedad en poco más
que una manada de hombres.
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